Desde muy pequeños aprendemos a conformarnos con lo que tenemos. Seguramente muchas veces nos han dicho qué es lo mejor porque querer conseguir cosas inalcanzables y complicadas pueden acabar con nuestras fuerzas, hacernos bajar los brazos, y casi siempre, acabar con la paciencia de los demás. Ese conformismo, después, cuando vamos creciendo, nos convierte en personas tristes y sin ambiciones. Nos hemos acostumbrado tanto a construir con lo que tenemos, que se nos olvida que hay un mundo lleno de posibilidades más allá de nuestras ventanas cerradas.

Un Colegio Trinitario como el nuestro, es, por definición, una escuela luchadora y una escuela de luchadores. Luchar no tiene que ser algo negativo, es la característica de los que ven siempre más allá de su conformismo. No luchan los valientes, sino los inteligentes, los que se niegan a escuchar palabras que los animan a no hacer demasiado ruido, demasiado lío.
Luchan los que aprenden a preparar cada día un futuro de ilusión, de cambio, mejor para todos y no sólo para ellos.
Luchan los que no se conforman con ver siempre lo mismo, escuchar siempre lo mismo, hacer siempre lo mismo, sentir siempre lo mismo

NO TE CONFORMES… podría haber salido directamente de la boca de Jesús. El Evangelio  está lleno de gestos y símbolos que llaman a sus discípulos a no conformarse con las explicaciones de siempre; a buscar tesoros escondidos que den sentido a la vida, y a la fe; a perder el miedo a que las cosas sean diferentes y nos sintamos perdidos.

Seremos inconformistas evangélicos y trinitarios:

  • Cuando empecemos a preguntarnos por qué hacemos así las cosas…
  • Cuando nos atrevamos a decir con nuestras propias palabras y desde nuestro propio corazón las reglas, las oraciones,  los valores… que otros quieren que aprendamos
  • Cuando aprendamos a conjugar el verbo de la libertad, sin equivocarnos y sin engaños.

…ABRÍ LAS VENTANAS… y dejá que entre aire fresco, y nuevas ideas, incluso cosas que no te gustan ahora, porque todo eso junto puede que cambie tu vida, o por lo menos que cambien tu forma de ver el mundo y de respetar a los demás.  Vivir con las ventanas cerradas es muy triste. También para nuestro Colegio. Por eso queremos una Escuela en la que empecemos a compartir. No significa que dejemos las cosas a los demás cuando las necesiten, sino que nos convenzamos de que nada es realmente nuestro, ni las cosas ni las ideas, y que sólo creceremos cuando aprendamos a escuchar y dejemos que por nuestras ventanas abiertas se cuele algo de lo que otros piensan, de lo que otros dicen, de lo que otros creen. Pero también abrimos las ventanas para conocer ese mundo que queremos hacer mejor, porque con las ventanas cerradas terminamos conformándonos con el mundo lindo que hicimos dentro nuestro, pero ése… ése no es el mundo real. Por eso “ABRIR VENTANAS” es algo tan TRINITARIO.

¿Y  CONTRA QUÉ LUCHAMOS?

  • Contra el egoísmo y la pereza que nos convencen de que es mucho más tranquilo vivir como siempre.
  • Contra esa gente que dice que el futuro no está escrito y que es siempre negro.
  • Contra el deseo que nos engaña y nos hace creer que lo que realmente queremos es seguir seguros, con las ventanas cerradas y las trabas puestas.
  • Contra los pesimistas que prefieren aulas y pasillos tranquilos y ordenados y sin colores, y oraciones sabidas de memoria y nos ponen el dedo en la boca cuando pasamos a la capilla o a la iglesia.
  • Contra el miedo. Contra todo lo que, en definitiva, nos hace esclavos.

Somos Trinitarios Liberadores

Sin miedos, dar un paso adelante, romper, caminar… Sin vergüenza cambiar el mundo desde el corazón y la libertad como bandera. .Sobre lo viejo, la rutina, los miedos….                                                                  Ser capaces de ir más allá, comprometerse.