“Señor aquí está mi lámpara encendida”

Nuestro Colegio es la expresión de la misión liberadora que a lo largo de los siglos se ha caracterizado, en la Iglesia y en la sociedad, a los diversos centros de la Familia Trinitaria; que, con su carisma liberador, se encuentra al servicio de todas las personas, educando en la libertad interior y exterior.

Siempre nuestro objetivo será  “encontrarnos con nosotros mismos para encontrarnos con los demás y ser luz”. Ya que, como dijo Jesús: Somos la luz del mundo…

Por eso, este año nuestra tarea será Ser Luz y poder decirle al Señor:

“Señor aquí está mi lámpara encendida”

¿Qué nos pasa si en medio de una fiesta, un cumpleaños, algún acontecimiento que estábamos deseando hace tiempo, se corta de repente la luz? Parece que se nos  arruina todo, que  se nos va de las manos, que pronto aparecerá el descontento general de los invitados, y como locos nos ponemos a buscar una rápida solución, para que no pase a mayores.

Pero ¿y en la fiesta de la vida? alguno podría decir que la vida tiene poco de fiesta porque, pesimistas muchas veces, nos fijamos más en los problemas que nos puedan ir sucediendo y al final nos puede ir faltando esa alegría de fiesta que tendríamos que poner siempre en nuestro corazón.

Tendríamos que darle otro sentido de alegría a nuestro vivir. Empezando por saber reconocer las cosas buenas y positivas que podemos ir viviendo en cada momento, pero es que además tendríamos que saber sentir en cada ocasión el gozo del vivir, el gozo del encuentro y de la convivencia, el gozo de la ilusión… la esperanza que ponemos en nuestros proyectos.

No podemos ir por la vida con cara de velorio que expresa en cierto modo lo sombrío que llevamos nuestros corazones, no podemos dejarnos ganar por las sombras del pesimismo, tenemos que saber poner alegría en el vivir de cada día desde el momento que nos levantamos por la mañana poniendo ganas y empeño en ir viviendo con alegría cada momento de nuestra vida. Los problemas y contratiempos son retos que nos aparecen, muchas veces en la vida cotidiana pero que podremos superar si sabemos poner esperanza en lo que vamos creando con nuestra vida. La vida vivida con positividad nos hace más felices a nosotros y a los que nos rodean.

Si comenzamos los primeros pasos del día con pesimismo y llenos de sombras, vamos a permanecer todo el día a oscuras, pero lo malo  es que llevaremos esa oscuridad a los que están a nuestro lado. No podemos permitir que se nos apague la luz de nuestra alegría, la ilusión por vivir, la esperanza de lo nuevo que queremos construir. Con sombras sobre nosotros no seremos capaces de ver bien los cimientos ni las paredes de lo que vamos construyendo.

Pero lo triste es que muchas veces nos falta esa luz, se nos apaga esa luz, porque no la supimos alimentar adecuadamente. Dejamos grietas en el alma sin cerrar,  por donde se nos derramó el combustible que necesitamos para mantener encendida esa luz. No supimos o no quisimos curar esas heridas del alma porque en nuestro orgullo quizá nos creíamos muy autosuficientes. Nuestro orgullo o nuestro amor propio no nos permitió darnos cuenta de que nuestra barca podía estar hundiéndose, porque nos guardábamos dentro de nosotros aquellas cosas que un día recibimos de alguien y nos podían hacer daño, y no fuimos capaces de sanar esas heridas con la humildad y el perdón, poniendo ternura en nuestro corazón que fuera bálsamo que nos curará, nos mantenga en un espacio de comprensión y de amor.

Mucho podríamos seguir reflexionando , pero esto puede bastarnos para ponernos en alerta, para estar más vigilantes, para buscar de verdad ese combustible de la gracia de Dios que alimentará nuestra vida y nos hace mantener encendida esa lámpara de la alegría frente a los ataques que pudiéramos recibir por todos lados. En una reflexión serena podríamos descubrir muchas más cosas

Que en este 2023 podamos mantener encendidas nuestras lámparas para liberar, para dar luz. Que estemos atentos para alumbrar y tengamos presente la Palabra que ilumine nuestro andar y podamos decir:

                                             “SEÑOR, AQUÍ ESTÁ MI LÁMPARA ENCENDIDA”


DISEÑO: En el diseño de la imagen encontramos nuestras manos que son y llevan luz al Mundo, que se encuentra representado en el fondo del flyer a través de un mapa. De esta manera representamos nuestra Misión de “Ir y anunciar al Mundo…”(Mc. 16) para llevar nuestra luz.