Querida comunidad educativa de Fátima – Santísima Trinidad.

¡Que experiencia estamos viviendo!

 ¡Qué necesidad de volver a sentirnos presentes, acompañados, unidos, sentirnos familia!

Un virus trastorna nuestra vida, cambia proyectos, modifica comportamientos, nos recluye en casa. En estos días extraños, de tensiones por lo que no podemos controlar, de criterios distintos buscando acertar, de cansancio de unos, enfermedad de otros, pena de muchos… un abrazo. Y quienes rezamos, también una oración, unos por otros.

Le preguntaron al papa francisco estos días, ¿Cómo podemos vivir estos días para que no se desperdicien? Y el respondió:  Debemos redescubrir lo concreto de las pequeñas cosas, de los pequeños cuidados que hay que tener hacia nuestros allegados, la familia, los amigos.

Comprender que en las pequeñas cosas está nuestro tesoro. Hay gestos mínimos, que a veces se pierden en el anonimato de la vida cotidiana, gestos de ternura, de afecto, de compasión que, sin embargo, son decisivos, importantes. Por ejemplo, un plato caliente, una caricia, un abrazo, una llamada telefónica… Son gestos familiares de atención a los detalles de cada día que hacen que la vida tenga sentido y que haya comunión y comunicación entre nosotros.

A cuidarnos, a quedarnos en casa, estamos juntos, siéntanos juntos…

P Mauricio s. o.ss.t.